La dosis habitual de un medicamento puede ser tóxica para algunas personas. Se trata de un problema cada vez más frecuente que se puede evitar con tan sólo hacerse un estudio de fármacogenética, una prueba que determina, a través de varios polimorfismos geneticos, la tolerancia de un paciente a ciertos medicamentos, así como sus potenciales alergias o las incompatibilidades que puedan presentar.
Aunque en España ya se están realizando, y suponen un importante aliado en el diagnóstico y posterior tratamiento Antiaging, es en otros países donde se ha consolidado como una herramienta fundamental para los facultativos. En lugares como Estados Unidos, los estudios de fármacogenética se han convertido en el "mapa" que ayuda a prescribir tratamientos a los pacientes y que a veces es clave para su recuperación.
El presidente de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad (SEMAL), el cirujano José Serres, ha salido al paso de la polémica originada por el uso del ibuprofeno recordando que fármacos en dosis habituales en determinadas personas pueden producir un potencial daño hepático porque tengan un mecanismo enlentecido para metabolizar ciertos medicamentos. "Con estas pruebas obtenemos información de cómo se comporta nuestra genética, y también acerca de aquello que es negativo para nuestra salud, por lo que podemos potenciar todo aquello que sea saludable y evitar dosis que nos perjudiquen", explica el presidente de la SEMAL.
La mayor ventaja de estos análisis es que con hacernos uno a lo largo de la vida de la persona es suficiente, y se pueden realizar de distinta amplitud, ya sea para detectar una intolerancia concreta o el más completo, que nos ayudará a evaluar todo nuestro comportamiento genómico.
Con estos análisis se consigue uno de los retos de la SEMAL, ponerse por delante de la enfermedad, prevenirla. Incluso se puede trabajar sobre algunas variantes genéticas positivas para potenciar un estado de salud óptimo. "Cuando se dan casos de enfermedades, el análisis nos permite crear protocolos de tratamientos muy personalizados y eficaces. Por eso se los recomendamos a nuestros pacientes: porque son muy efectivos en casos en que sea necesario atajar una situación, y porque nos permiten potenciar la salud y darle calidad de vida a nuestros pacientes, que a fin de cuentas es uno de los retos que perseguimos", añadió el catedrático y vicepresidente de la SEMAL, el profesor Antonio Ayala.