Francisco Tovar Luque, director, maestro, solista y alma del Coro de Campanilleros de Tomares durante más de 20 años, ha sido nombrado Hijo Adoptivo de Tomares. El Ayuntamiento le ha concedido por unanimidad del pleno, este alto galardón, el máximo honor al que puede optar una persona no nacida en el municipio.
Un título que le llega a la edad de 75 años en reconocimiento a su arte, gran valía humana y por haber sido una persona fundamental en la fundación, desarrollo y crecimiento del Coro de Campanilleros de Tomares, una agrupación nacida en 1989 con objeto de recuperar esta tradición popular que se había perdido en el municipio para anunciar cada año a los vecinos la llegada de la Navidad.
Un merecido e importante galardón que se le ha concedido, primero, por haberse instalado en Tomares tras su regreso de Alemania, convirtiéndose en un tomareño por vocación y elección; segundo, por su gran valía artística; en tercer lugar, en reconocimiento a la importante labor realizada por este músico a favor de la defensa, recuperación y promoción de las tradiciones tomareñas; y en cuarto lugar, porque esta petición cuenta con el respaldo de numerosos vecinos.
Y es que, Francisco Tovar, Paco para los amigos, es una persona muy querida por los tomareños, una persona que ha dado mucho por Tomares, y que con este nombramiento, los vecinos, el Coro de Campanilleros y el Ayuntamiento quieren devolverle una parte de lo mucho que ha dado por este municipio y sus tradiciones.
Una distinción que ha llenado de emoción al propio Francisco Tovar, en un acto en el que ha estado arropado por su mujer, María Vázquez Gordillo, con la que ha celebrado sus Bodas de Oro el pasado 4 de octubre, su hijo Francisco Javier, y numerosos amigos.
"Estoy muy emocionado, muy agradecido, muy contento y feliz, pues ser nombrado Hijo Adoptivo de Tomares era el último deseo e ilusión de mi vida. Quiero a Tomares de todo corazón, por lo que me gustaría que el día de mañana mis restos se queden aquí para siempre", ha expresado emocionado Francisco Tovar.
Un deseo que ha visto cumplido en la plenitud de su vida, y que el Ayuntamiento le ha otorgado a propuesta del párroco de Tomares, Ramón Díez de la Cortina, y en respuesta al cariño, admiración y respeto que por él siente todo el pueblo de Tomares.
UN TOMAREÑO POR VOCACIÓN Y POR ELECCIÓN
Francisco Tovar, Paco para los amigos, nació en el municipio vecino de Castilleja de la Cuesta en 1939, pero como otros muchos españoles, tras pasar unos años en Frankfurt (Alemania), vino a recalar a Tomares, pues hay un momento en su vida que le marca y le deja un sentimiento tomareño para siempre. El trabajo que desarrolló con solo 14 años en una panadería de unos familiares suyos en la c/ Navarro Caro.
En 1979, compra unos terrenos en Las Almenas, en la calle Doctor Fleming, donde se hace su casa y fija su hogar familiar en 1984 hasta ahora. Pero Tomares no solo es el municipio elegido para vivir sino también para trabajar. Así en 1982 se hace cargo de la Taberna Francisco Alegre, en la calle Cristo de la Veracruz, al que bautiza así por su nombre de pila, haciéndose eco de la popular canción que cantaba la popularísima Juanita Reina, gran amiga suya con quien comparte afición por la música.
Y es que, sus dotes artísticas le llevan a ingresar muy joven, en 1956, en la conocida Academia Realito, en la Alameda de Sevilla, donde aprende cante y baile. Pronto demuestra sus cualidades como cantante, llegándose a decir que en Andalucía había la voz de otro joven que cantaba como él, Manolo Escobar.
Poco después haciendo la mili en Algeciras, conoce a una de las más grandes figuras que ha dado España, Paco de Lucía, con el que actúa acompañándolo a la guitarra en la celebración del Día de la Patrona de esta localidad gaditana. Arte que se lleva a Alemania, donde recorre los escenarios alemanes actuando ante la colonia española.
Pero es en Tomares, tras su vuelta, en el bar que monta en la calle Cristo de la Veracruz, cuando sus amigos José Manuel Bastida, José Estrada y Antonio Martín vienen a proponerle la creación del Coro de Campanilleros en 1989, con idea de recuperar para Tomares los tradicionales cantos de campanilleros de sus abuelos.
Una agrupación musical a la que el pasado 2 de diciembre el Ayuntamiento le rindió homenaje en su XXV Aniversario. Formación con 4 discos y más de 200 composiciones que hablan del sentir de los tomareños y costumbres de Tomares, compuestas por el vecino Manuel Martín. 25 años llevado el nombre de Tomares por todos los municipios de Andalucía donde han actuado y recibiendo premios. Un coro que ha pasado de sus 18 integrantes iniciales a los 30 actuales. Cinco quinquenios en los que han sido muchos los que han cantado bajo la batuta de Paco Tovar, un artista con mayúsculas, y ahora, de Antonio Cimarro, su predecesor.