Un 29 de julio en el que la Patrona de la Villa debería procesionar -según cuenta la leyenda- como hace desde 1600 para pedirle que acabara con la peste y las enfermedades que padecía el pueblo por aquellos años. La gente cansada de padecer tantas penurias decidió sacar a la patrona en procesión para pedirle así que pusiera fin a aquel sufrimiento que ya se había llevado a innumerables vecinos del pueblo.

El alcalde agradece la solidaridad de los agricultores de La Algaba, quienes rápidamente se han ofrecido voluntarios, de nuevo, para esta batida de desinfección de todas las calles y zonas del municipio.

Asimismo, añade que “me gustaría que la ciudadanía notara el esfuerzo que estamos haciendo desde la administración y por eso, sigo insistiendo en que tenemos que tomar responsabilidad nosotros también, los ciudadanos, de nada sirve que desinfectemos las calles si no adoptamos las medidas pertinentes. De todos depende parar este virus”.