Tienen cerca de 90 años, nacieron en un mundo muy difícil y tuvieron que luchar mucho para sobrevivir, formarse y sacar adelante a sus familias. Son tres vecinas de Villanueva del Ariscal, Eduvigis González González, Salud Macías Román y Concepción Ortega Cuadrado, que mañana recibirán el homenaje de toda la localidad en reconocimiento a toda una vida de dedicación a sus familias y a mejorar la sociedad que se encontraron.
El Ayuntamiento que preside Martín Torres celebrará mañana, a partir de las 18:00 horas, el Homenaje a la Mujer Ariscaleña, acto organizado desde el Área de Igualdad, que se desarrollará en el Salón de Plenos y que tendrá como protagonistas a estas tres vecinas del municipio que han servido como faro y referente con sus respectivos ejemplos de vida.
En el acto se resaltarán las experiencias de las protagonistas como representantes de tantas mujeres que han contribuido a que hoy la mujer esté mejor y cuente con mayores oportunidades. También se animará a las asistentes a aprovechar los recursos que actualmente pone en sus manos la sociedad para superarse y aumentar su formación y posibilidades.
LAS HOMENAJEADAS
Eduvigis González empezó a trabajar en el campo siendo aún una niña y por la noche acudía a un convento en Olivares para aprender a leer y escribir. Se casó y formó su familia de seis hijos. Ha trabajado como casera de una finca de la localidad, junto con su marido, y ha criado a sus hijos con mucho esfuerzo y tesón. Ahora cuenta con dos biznietos y es asidua del Centro de Mayores, adonde acude cada día.
Salud Macías nació en plena Guerra Civil, en 1936, y con 7 años tuvo que hacerse cargo de su padre, de su hermano y de su casa. No tuvo tiempo para ir al colegio, ha trabajado vendiendo molletes, como jardinera, en el campo, de frutera… Nunca ha perdido la ilusión de la niña que no pudo jugar, y quizás por ello se compró una bicicleta recientemente y a los 63 años se sacó el carné de conducir. También ha descubierto la poesía y disfruta escribiendo bonitos poemas.
Concepción Ortega nació en 1928 y con 13 años ya trabajaba como bordadora. Se casó hace 59 años y disfruta de una vida muy feliz junto a él, a sus 5 hijos, nietos y biznieta que le ayudan a compensar todos los sacrificios y renuncias que ha tenido que hacer a lo largo de su vida.